En la época prehistórica, el anillo se utilizaba para agrupar y reconocer a las personas con las que se compartía una comunidad, la caza, la siembra o la vida. Se fabricaban con materiales como hueso, madera, piedra tallada o conchas y las formas variaban según sus creencias religiosas.

En Egipto, en las ceremonias prematrimoniales, colocaban un anillo simbolizando la eternidad, mediante el símbolo del círculo, al no tener principio ni fin.

Las clases populares llevaban un anillo de cobre con un escarabajo de esteatita con el nombre del dueño grabado y una fórmula mágica que atraía la suerte. Cuando fallecía, el anillo era enterrado junto al difunto y suponía un recuerdo de la vida en la Tierra. 

En la época romana, un anillo de hierro significaba prestigio aristocrático; un anillo de oro era destinado a los sacerdotes de Júpiter y los senadores. 

Al día de hoy, los diseños son infinitos, se adaptan al estilo minimalista o atrevido, de materiales ligeros, de cuentas, en colores divertidos, en tonos clásicos, en formas y tamaños distintos.

En OMA ETERNY nos aventuramos con colores de las flores más hermosas, de las formas más perfectas y en tamaños para todos los gustos.